La reciente aplicación de tarifas por parte de Estados Unidos a los productos provenientes de México y Canadá ha tenido un impacto económico considerable en América del Norte. Estas acciones han modificado las relaciones comerciales y han levantado inquietudes en varios sectores económicos.
Efecto sobre los consumidores en Estados Unidos
Las tarifas han llevado a un incremento en los precios de los productos de consumo dentro de Estados Unidos. De acuerdo con los cálculos realizados por el Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale, estas medidas podrían disminuir el poder adquisitivo de las familias estadounidenses en cerca de 1,200 dólares al año. Artículos como frutas, vegetales, cerveza, licores y electrónicos que llegan de México, al igual que papas, granos, madera y acero de Canadá, han visto aumentos en sus costos, agravando la ya alta inflación en el país. A su vez, el precio de la madera canadiense, crucial para la edificación de viviendas en Estados Unidos, ha subido, lo cual afecta al sector de bienes raíces.
Consecuencias para el sector energético
Estados Unidos, al no producir suficiente petróleo para cubrir su propia demanda, enfrenta nuevos obstáculos debido a las tarifas del 10% aplicadas al petróleo y productos energéticos de Canadá. Esta política ha provocado un alza en los costos del petróleo, especialmente en la región del Medio Oeste, que depende significativamente del crudo que llega desde Alberta. Se prevé que el precio de la gasolina pueda incrementarse en 0.75 dólares por galón, afectando directamente los gastos de los consumidores. Además, los precios de la electricidad podrían subir en los estados que dependen de la energía importada de provincias canadienses como Ontario, Quebec y Columbia Británica.
Impacto en la economía mexicana
Efectos en la economía mexicana
Repercusiones para Canadá
Consecuencias para Canadá
Respuestas en los mercados financieros
Reacciones en los mercados financieros
El anuncio de los aranceles ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros. El índice S&P 500 registró una caída del 1.8%, mientras que el Nasdaq-100 disminuyó un 2.6%. Para el 6 de marzo, el S&P 500 había perdido casi todas las ganancias obtenidas desde noviembre de 2024, reflejando la incertidumbre y preocupación de los inversores ante las tensiones comerciales.