Las delegaciones de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciarán el viernes reuniones privadas en Caracas con el objetivo de reanudar la mesa de negociaciones, que ha estado suspendida desde septiembre tras un ataque con explosivos por parte de la insurgencia.
Estas reuniones se llevarán a cabo en un perfil bajo, sin declaraciones ni cobertura mediática, a diferencia de las rondas anteriores de negociación. La información fue confirmada por el comisionado de paz, Otty Patiño, el senador Iván Cepeda y el empresario José Félix Lafaurie, quienes forman parte de la delegación de paz del gobierno. Lafaurie indicó que no asistirán todos los miembros de la delegación, pero sí cuatro portavoces, incluyendo a Cepeda y Vera Grave, jefa de la delegación en el proceso con el ELN.
Este será el primer encuentro presencial desde mayo, cuando se firmó un acuerdo sobre la participación de la sociedad civil en el diálogo. Las partes consideran esta reunión como la más significativa desde el inicio de las conversaciones en noviembre de 2022, tras la llegada al poder del presidente Gustavo Petro.
Sin embargo, la mesa de negociaciones enfrenta su crisis más profunda. El ataque que resultó en la muerte de tres militares y más de 25 heridos llevó a Petro a calificarlo como un evento que “cierra con sangre un proceso de paz”. Posteriormente, el gobierno suspendió indefinidamente el diálogo, pidiendo una “manifestación inequívoca de la voluntad de paz del ELN”.
Desde entonces, el ELN no ha pedido disculpas por el ataque, argumentando que fue una acción “legítima” debido a supuestas alianzas de algunos militares con paramilitares. A pesar de esto, ambas delegaciones han expresado su deseo de retomar las negociaciones, consideradas esenciales dentro de la política de “paz total” del gobierno, que mantiene diálogos con varios grupos armados.
Elizabeth Dickinson, analista senior del International Crisis Group, destacó que la presión de las comunidades afectadas y un llamado del Consejo de Seguridad de la ONU para reanudar el diálogo influyeron en la decisión de aceptar la reunión extraordinaria.
Además del ataque, las partes deben abordar otras tensiones que han congelado las negociaciones desde principios de 2024, incluyendo una negociación paralela del gobierno con una facción del ELN en el sur del país, que el grupo guerrillero consideró una falta de “juego limpio”.
El ELN, fundado en 1964 con inspiración en la revolución cubana, tiene presencia en más de 200 municipios de Colombia y está organizado en bloques que responden a un comando central.