La denuncia que la Fiscalía Provincial de Madrid ha presentado esta semana contra el dramaturgo y director Ramón Paso por delitos sexuales contra varias jóvenes de entre 18 y 25 años ha provocado un movimiento sísmico en el sector teatral español. La reacción de mayores consecuencias ha sido la del actor Pepe Viyuela, que ha tomado la decisión de bajarse del reparto de Jardiel enamorado, la obra de teatro en la que interpreta al escritor Enrique Jardiel Poncela, estrenada hace justo una semana en el Teatro Infanta Isabel de Madrid, con texto original y dirección de Paso. “Yo me he quedado de piedra. Estoy nervioso. No pienso en otra cosa. Estoy conmocionado”, ha explicado el actor este miércoles a Europa Press tras conocer la noticia, a la vez que ha asegurado que no ha hablado con el dramaturgo. “No quiero llamarle. No quiero seguir con la función. Me voy”, ha subrayado, para después aclarar que Paso no es su amigo. El intérprete ha asegurado que entiende “la presunción de inocencia, pero hay algo demasiado fuerte en el tema”, recordando que se trata de “14 mujeres”.
Jardiel enamorado es una producción del propio Ramón Paso a través de su compañía PasoAzorín en asociación con el conocido productor de cine Andrés Vicente Gómez a través de su empresa Lola Teatro. Según han confirmado fuentes de la producción a EL PAÍS, la función de este miércoles se ha suspendido tras la baja de Viyuela. El equipo está decidiendo si retoma las representaciones con otro actor o si la obra se cancela indefinidamente. “No sé si la función va a continuar”, ha reflexionado Viyuela, que cree que “al público tampoco le va a apetecer verla”.
En cambio, desde la agencia de representación de la actriz Ana Azorín, que participa también en el reparto de Jardiel enamorado y que además es socia fundadora de la compañía teatral Paso Azorín junto al propio dramaturgo, han comunicado que la intérprete “siempre trabaja con él” y que en todos estos años ha habido “una relación extraordinaria y sin ningún problema”.
Ramón Paso, nieto de Alfonso Paso y bisnieto de Enrique Jardiel Poncela, recrea en Jardiel enamorado la vida de su bisabuelo desde que conoció en 1926 a la que definió como el amor de su vida, la caricaturista, cantante y bailarina Josefina Peñalver, estando esta casada y con la que tuvo una hija, hasta su muerte en 1957, solo y arruinado. Paso tiene una larga trayectoria como autor y director en el teatro comercial español, principalmente comedias, con títulos como Usted tiene ojos de mujer fatal… en la radio, versión de una pieza del bisabuelo; El reencuentro, texto propio dirigido por Gabriel Olivares; o La importancia de llamarse Ernesto, versión de la obra homónima de Oscar Wilde. También ha trabajado como guionista de televisión, como las adaptaciones de las obras teatrales Los habitantes de la casa deshabitada, también de Jardiel Poncela, o El crédito, de Jordi Galcerán.
Otras reacciones
A lo largo del día se han sucedido otras reacciones tanto dentro del sector teatral como en el ámbito cultural en general. La Liga de las Mujeres Profesionales del Teatro ha enviado esta mañana un mensaje a sus socias para mostrar su apoyo a las víctimas e invitar a denunciar los abusos sexuales dentro de la profesión. “Queremos animaros a contactar con nosotras si habéis sufrido o sido testigo de abusos similares y os podemos ayudar desde nuestra asociación en lo que sea posible”, reza la nota.
En conversación con este diario, Beatriz Velilla, presidenta de esta organización, recalca que denuncias como esta son importantísimas porque demuestran que es posible denunciar y pueden animar a otras víctimas a hacerlo. “Dan esperanza. Por ejemplo, poco después de enviar nuestro mensaje a las socias hemos recibido información sobre otro posible caso”. No obstante, Velilla reconoce que es muy difícil llegar hasta los tribunales: “Nosotras podemos asesorar, pero poco más. Recientemente nos ha llegado otro caso que afecta a tres mujeres, pero no podemos visibilizarlo porque no todas se atreven a denunciarlo”. Sobre la incidencia de los abusos sexuales en el mundo teatral español, Velilla considera que se trata de una profesión especialmente vulnerable debido a la precariedad que sufren los profesionales. “Si dependes de que te llamen o no te llamen, lógicamente no te vas a meter en problemas. Y no digamos si hablamos del mundo de la docencia, donde se establece una relación de poder que da pie al abuso”, apunta.
La Sociedad General de Autores y Editores, la SGAE, también se ha pronunciado y ha exigido a las instituciones públicas y privadas españolas en el ámbito de la cultura que adopten “medidas ejemplares” para que se impidan situaciones de violencia machista. La SGAE considera “imprescindible” para la convivencia en igualdad y para la libertad de creación que las mujeres se vean “respaldadas no solo por los creadores, sino también por los organismos que deben velar por la erradicación total de los abusos de poder, generalmente masculinos, en el ambiente laboral”.
En este sentido, la SGAE asegura que la “inacción y la indiferencia no hacen sino perpetuar el patriarcado en la creación” y hacen “estar en connivencia” con la violencia y los abusos sexuales hacia las mujeres creadoras. Un mensaje similar al de Unión de Actores y Actrices, que reclama “tolerancia cero” con los casos de violencia sexual. “Animamos a que cualquier actriz que sufra violencia o acoso lo cuente. Aunque sabemos que no siempre es fácil dar el primer paso, animamos a que lo den con quien consideren: conocidos, familia, compañeros de trabajo… El silencio es el primer escollo y ha de romperse para comenzar a poner en marcha medidas”, ha concluido un portavoz de ese sindicato.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.