El día 17, una fuerte explosión golpeó una zona civil de la ciudad vieja de Gaza, entre los barrios de Shejaiya y Zeitun, en el norte de la Franja. Las primeras noticias, tanto a través de las redes sociales como de las agencias de información, llegaron después de las ocho de la tarde, hora local, una hora menos en la España peninsular. También los primeros vídeos de la explosión. Uno de ellos, grabado desde una vivienda a poca distancia del lugar, geolocalizado y verificado, reproduce el momento en el que un silbido descendente, similar al de algún tipo de proyectil antes de impactar, precede a la explosión, con una llamarada fuerte y alta y columnas de humo.
Estos primeros mensajes informaron de que el hospital Al Ahli al Arabi había sido alcanzado por un ataque israelí. Casi de inmediato, Hamás acusó a Israel de bombardear el centro hospitalario, en el que, según la primera comunicación de la milicia palestina, habían muerto entre 200 y 300 personas, mientras cientos de heridos permanecían “entre los escombros” ―la autoridad sanitaria gazatí elevó posteriormente la cifra de víctimas mortales hasta los 471―. Transcurridas algo más de tres horas, el ejército israelí señaló a Yihad Islámica, el segundo grupo armado más fuerte de Gaza, como responsable de lo ocurrido a través de uno de sus cohetes. La matanza desató una ola de protestas que recorrió el mundo árabe e islámico con una marea de solidaridad con la causa palestina sin precedentes recientes.
Una semana después, a falta de una investigación independiente y de prensa extranjera en el terreno, debido al bloqueo israelí a la Franja, no es posible identificar con seguridad qué golpeó el hospital Al Ahli y de dónde vino. El análisis y verificación de las grabaciones y fotografías difundidas durante esas horas a través de las redes sociales y los medios de comunicación, así como el reconocimiento de la zona cero de la tragedia en la mañana del día 18, permiten aproximarse a lo que sucedió. La mayoría de las investigaciones periodísticas y gubernamentales difundidas apuntan a que el proyectil que causó la muerte de decenas de civiles en Al Ahli en la tarde del día 17 fue lanzado desde el interior de Gaza.
En primer lugar, es necesario definir qué pasó en las instalaciones de Al Ahli. Según la Convención de Ginebra, un “ataque” es un acto de violencia contra el adversario. Habría, por tanto, que conocer los motivos de la explosión, en el caso de que fuera causada por algún tipo de proyectil; si Israel bombardeó de forma deliberada el centro, al que había enviado tres “avisos de evacuación” los días 14, 15 y 16, según la información de la Diócesis Episcopal de Jerusalén, al que está vinculado el hospital, o si el impacto se debió a un error en uno de los cohetes lanzados aquella tarde por las milicias palestinas de la Franja y, por tanto, a un accidente.
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Los medios de comunicación de todo el mundo se apresuraron a publicar los titulares de Hamás, sin verificar los hechos.
Ahora sabemos que un cohete de la Yihad Islámica dirigido hacia Israel falló y golpeó el hospital de Gaza. pic.twitter.com/SQguMWDqme
— FDI (@FDIonline) October 17, 2023
Una de las claves para acercarse a lo que pudo provocar la explosión y muerte de decenas de personas en el Al Ahli es una retransmisión en directo de la cadena catarí Al Jazeera desde dentro de la Franja. El canal ha analizado, en primer lugar, imágenes grabadas desde las 18.45, hora local, en las que identifica cuatro bombardeos israelíes. Ocurren entre las 18.54 y las 18.58. Un minuto después, la cámara de Al Jazeera que graba en directo a uno de sus reporteros, vira y recoge como una luz, similar a la que dejan los cohetes de las milicias palestinas, asciende a una velocidad decreciente hasta que desaparece tras un estallido de luz. Son las 18.59. El equipo de investigación del canal catarí ha informado de que el proyectil fue interceptado completamente por el sistema de defensa antiaérea israelí Cúpula de Hierro.
Las imágenes que se vieron en directo en la cadena Al Jazeera.
Esta versión ha sido refutada por algunos analistas consultados esta semana por medios occidentales: la Cúpula de Hierro, en efecto y a tenor de la experiencia registrada, es un sistema que actúa cuando los cohetes que salen de Gaza están en trayectoria descendente y se acercan a una posición israelí, al igual que lo hacen otros sistemas de defensa antiaéreos. Poco antes de que Al Jazeera captara al cohete que asciende en solitario, al menos dos cámaras fijas con el objetivo situado en dirección a Gaza grabaron el lanzamiento de una larga serie de proyectiles. Las cámaras estaban situadas al norte de la Franja, en territorio israelí, una desde Tel Aviv y otra al sur de Ascalón, en Netiv Haasara, como han verificado la agencia Associated Press y el diario The Wall Street Journal.
Imágenes obtenidas de las cámaras de vigilancia de la ciudad de Netiv Haasara.
Un comunicado israelí emitido ya el día 18 cifró en una decena los cohetes lanzados en esa serie. No obstante, el visionado de las imágenes grabadas desde territorio israelí apunta a que ese número estaría más cerca de la veintena de proyectiles. La nota del ejército culpó de ello, en línea con la versión israelí de lo ocurrido hasta ahora, a Yihad Islámica. Tanto este grupo como el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam, informaron durante la tarde del 17 y a través de sus redes sociales de ataques contra territorio de Israel.
La cámara situada en Tel Aviv graba el mismo cohete en solitario que, tras el lanzamiento múltiple de proyectiles, sobrevuela con un rumbo errático. Tan solo unos segundos después de que estalle en el cielo, siguiendo el metraje de Al Jazeera, se produce de fondo una primera explosión en una zona aparentemente poco poblada, seguida de una segunda, que es la que afecta al hospital Al Ahli. Pese a que el tiempo de registro (timestamp) de los vídeos que captan el lanzamiento de proyectiles coincide, en una secuencia que conduce a las dos explosiones en tierra, no hay prueba visual que conecte el estallido en el cielo del proyectil con la matanza; no se puede identificar proyectil o fracción de cohete alguno a esa hora de la noche en las diferentes grabaciones.
Imágenes tomadas desde Asdod, al sur de Tel Aviv.
A pesar de que las primeras noticias apuntaron a que el supuesto ataque había golpeado el hospital, las fotografías y grabaciones tomadas con la luz del día, entre ellas las captadas por el fotoperiodista palestino Mohamed al Masri, mostraron que la zona cero de la matanza se situó en el aparcamiento del centro hospitalario, a cielo abierto. En esas primeras imágenes de la mañana del día 18 aparecen una docena de coches calcinados por completo o muy dañados. A unos 15 metros, otros vehículos han sufrido daños mucho más leves.
A través de estas imágenes de la zona a plena luz del día y a tenor del tamaño del aparcamiento y zonas verdes junto a la zona de impacto ―donde se refugiaban decenas de personas desde hacía días huyendo de los bombardeos israelíes―, expertos en geolocalización y verificación como Nathan Ruser, del Centro Internacional de Política Cibernética del centro de análisis australiano ASPI, han cuestionado que el número de víctimas mortales ascendiera hasta casi el medio millar. El servicio de inteligencia estadounidense ha estimado, según un documento en poder de la agencia France Presse, que la cifra de muertos podría oscilar entre los 100 y los 300.
Uno de los fotógrafos en el terreno es Mohamed Saber, que distribuyó a través de la agencia Efe una de las primeras imágenes del cráter causado por el proyectil que golpeó el aparcamiento del Al Ahli. El agujero, de escasa profundidad y algo menos de un metro de diámetro, dibuja un cono de impacto que va desde el noreste hacia el suroeste. Según coinciden varios expertos, entre ellos, el asesor militar estadounidense Marc Garlasco, experto en la investigación de crímenes de guerra, lo que impactó contra el suelo del aparcamiento no llegó de un ataque aéreo. “Incluso el JDAM [misil guiado] más pequeño causa un cráter de tres metros”, ha señalado Garlasco en un mensaje en la red social X (Twitter).
Los vídeos que fueron grabados desde el interior de las instalaciones del Al Ahli revelan también daños en las fachadas de algunos de los edificios bajos del centro, entre ellos, una iglesia baptista, restos de la explosión o efecto del impacto de partes del proyectil tras golpear con el suelo. Hasta el momento, ninguna fotografía ni vídeo ha identificado resto alguno en el interior del hospital de lo que causó la matanza.
Un día después de la tragedia, el presidente estadounidense, Joe Biden, en viaje oficial a Israel, manifestó que, de acuerdo a la información en su poder, el origen de la masacre estaba en el fallo de un cohete disparado desde territorio palestino. La conclusión en el Reino Unido ha sido la misma, informa Rafa de Miguel: “Sobre la base del profundo conocimiento y el análisis de nuestra inteligencia y nuestros expertos en armamento”, señaló el lunes ante la Cámara de los Comunes el primer ministro británico, Rishi Sunak, “el Gobierno considera que la explosión fue con alta probabilidad provocada por un misil —o parte de un misil— que fue lanzado desde el interior de Gaza hacia Israel”.
La pesquisas del espionaje francés coinciden con Londres y Washington. Según ha informado France Presse, el análisis hecho en París ha podido incluso cuantificar en unos cinco kilogramos la carga explosiva que colisionó contra Al Ahli.
Vídeo difundido en redes y verificado en el que se muestra el interior de las instalaciones del complejo hospitalario, entre ellas, una iglesia baptista.
El grado de destrucción en las instalaciones de Al Ahli es muy inferior al que causa un misil dirigido y se acerca más al que podría ocasionar un cohete o una pieza de artillería. La fuerza del proyectil en un ataque israelí, como el propio ejército ha difundido a través de pruebas gráficas en la última semana o como atestiguan a diario las imágenes llegadas desde las zonas civiles en Ucrania golpeadas por Rusia, destroza no solo el objetivo sino también los inmuebles aledaños a través de la onda expansiva. No obstante, en el vídeo ya citado que muestra desde más cerca la explosión, grabado desde una vivienda, sobresale la enorme llamarada que sucede al estruendo. Esto podría responder al efecto incendiario del combustible con el que viajaba el proyectil.
Finalmente, el análisis forense del cráter a través del material visual ha permitido a uno de los mejores proyectos de verificación a través de fuentes abiertas, el londinense Forensic Architecture ―con trabajos brillantes en la región como el que reconstruye la muerte en Yenín por fuego israelí de la periodista Shireen Abu Akhle―, trazar la posible dirección desde la que llegó el proyectil al aparcamiento del hospital gazatí. Según su análisis y proyección en tres dimensiones, lo que golpeó el centro Al Ahli vino desde la zona noreste y no desde el suroeste, como señaló el ejército israelí a través de sus comunicados en las primeras horas tras la masacre.
3D analysis shows patterns of radial fragmentation on the southwest side of the impact crater, as well as a shallow channel leading into the crater from the northeast. Such patterns indicate a likely projectile trajectory with northeast origins. pic.twitter.com/v6g6jRiXps
— Forensic Architecture (@ForensicArchi) October 20, 2023
Brenda Valverde Rubio ha contribuido a la verificación de las imágenes para este artículo.
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