La justicia de Rusia condena al activista Oleg Orlov a dos años y medio de prisión por criticar “los valores patrióticos” | Internacional

La justicia rusa ha condenado este martes a dos años y medio de cárcel al veterano activista Oleg Orlov, dirigente de la organización de derechos humanos Memorial, por una columna de opinión, Ellos querían fascismo y lo tuvieron. Tras conocerse el fallo, los agentes del orden han esposado a Orlov, de 70 años, y le han subido a un furgón policial en la puerta trasera del Tribunal Golovinski de Moscú. La corte, que solo le multó por su artículo en octubre, ha revisado el caso con los agravantes de “odio hacia el personal militar” y “hostilidad ideológica hacia los valores espirituales, morales y patrióticos tradicionales rusos”. “La condena demuestra que mi artículo era correcto y decía la verdad”, ha sentenciado el defensor de derechos humanos en la sala donde fue juzgado.

“No estoy solo. En la cárcel o en libertad, seguiré trabajando —por Rusia— junto con mis compañeros”, ha afirmado Orlov al llegar junto a su esposa a la corte media antes de comenzar la lectura del veredicto.

Decenas de personas esperaban al activista a la entrada del tribunal. Tranquilo, con una sonrisa aunque consciente de que le esperaba la cárcel, el copresidente del Centro para la Defensa de los Derechos Memorial —una entidad simbólica creada después de que el Kremlin liquidase en 2022 la histórica ONG, reconocida aquel mismo año con el premio Nobel de la paz—, recordó a otros activistas que están presos en la cárcel.

“No puedo aconsejar a nadie —respondió Orlov al ser preguntado qué puede hacer la oposición con Alexéi Navalni muerto y otros disidentes detenidos—. Algunos se han marchado, otros se han quedado en Rusia. Yo no vi posible trabajar fuera del país, aquí podré hacerlo mejor”, resaltó el miembro de Memorial, que rechazó, una vez más, desdecirse de las palabras por las que ha sido condenado: “Ya lo dije en mi artículo. El totalitarismo ha regresado. No es el comunismo, es un fascismo especial, recuerda al fascismo del siglo XX”.

El pasado 11 de octubre, Orlov, que también se manifestó en la plaza Roja contra la guerra en Ucrania, fue multado con 150.000 rublos (1.505 euros) por este mismo caso, pero la Fiscalía recurrió el fallo al acusar a Orlov de “albergar odio ideológico y político” contra Rusia, tras lo que el tribunal ordenó repetir el juicio. Entonces, la jueza tuvo en cuenta como atenuante, entre otras cosas, la edad del acusado y su brillante trayectoria como activista durante los últimos 30 años.

Además, también fue acusado en esta ocasión de animadversión contra los principios morales tradicionales y también contra los valores patrióticos que profesa el Kremlin. “Nos acusan de desprestigio, sin explicar de qué se trata y en qué se diferencia de la crítica legítima. Nos acusan de difundir intencionadamente información falsa sin molestarse en demostrar su falsedad”, dijo Orlov la víspera al pronunciar sus últimas palabras.

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Más de una decena diplomáticos occidentales, incluidos representantes de Estados Unidos y la Unión Europea en la capital rusa, asistieron el martes a la vista, según informó Memorial en Telegram. Durante el proceso, Orlov se negó a reconocer su culpa y renunció a la presencia de testigos en su defensa, aduciendo que podía acarrearles un riesgo, ya que él fue catalogado a principios de febrero como agente extranjero. El fallo coincidió con el noveno aniversario del asesinato cerca del Kremlin del dirigente opositor y exviceprimer ministro ruso, Borís Nemtsov.

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