‘El Niño’ se debilita aunque las temperaturas planetarias siguen en niveles récords | Clima y Medio Ambiente

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) considera que El Niño, un patrón natural que hace que las temperaturas de la superficie del agua en las áreas tropicales del Pacífico aumenten, alcanzó su punto máximo en diciembre pasado y ahora está ya en una fase de debilitamiento gradual. “Pero seguirá afectando al clima mundial en los próximos meses, alimentando el calor atrapado por los gases de efecto invernadero” derivados de las actividades humanas, advierte este organismo vinculado a las Naciones Unidas. El último febrero, de hecho, se perfila como el febrero más cálido registrado hasta ahora. El anterior récord se produjo en 2016, coincidiendo con otro importante episodio de El Niño.

Los cálculos de la OMM apuntan a que “hay alrededor de un 60% de posibilidades de que El Niño persista durante marzo-mayo y un 80% de probabilidades de condiciones neutrales [ni El Niño ni el fenómeno opuesto, La Niña] de abril a junio”. El Niño ocurre periódicamente —se genera cada entre dos y siete años— y suele durar de nueve a 12 meses. “Es un patrón climático natural asociado con el calentamiento de la superficie oceánica en el Pacífico tropical central y oriental”, explica la OMM. Y tiene influencia en las condiciones meteorológicas y tormentas en diferentes partes del mundo.

El actual episodio comenzó en junio y contribuyó a que el 2023 se cerrara como el año más cálido registrado hasta ahora. Sin embargo, no fue la principal causa; los gases de efecto invernadero que expulsa la economía mundial son los que han llevado al planeta a un continuo incremento de las temperaturas que se ha acentuado durante la última década.

Lo ha resumido así a través de un comunicado este martes Celeste Saulo, secretaria general de la OMM: “Todos los meses desde junio de 2023 han establecido un nuevo récord mensual de temperatura, y 2023 fue, con mucho, el año más cálido registrado. El Niño ha contribuido a estas temperaturas récord, pero los gases de efecto invernadero que atrapan el calor son inequívocamente los principales culpables”.

Las temperaturas de la superficie del Pacífico en las zonas tropicales han estado por encima de lo normal, lo que indica claramente el reinado de El Niño. Pero, como advierte Saulo, “las temperaturas de la superficie del mar en otras partes del mundo han sido persistentes e inusualmente altas durante los últimos 10 meses”, algo que no está vinculado a ese patrón climático. De media, la temperatura de la superficie del mar en todo el planeta en enero de 2024 fue, con mucho, la más alta registrada para este mismo mes. “Esto es preocupante y no se puede explicar solo por El Niño”, añade la máxima responsable de la OMM.

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El enero pasado fue el enero más caluroso en el conjunto de la Tierra desde que empiezan los registros fiables a mediados del siglo XIX (aunque los científicos paleoclimáticos sostienen que hay que retroceder varios milenios para encontrar un planeta tan cálido como el actual). Y es probable que haya ocurrido lo mismo con este febrero, según se puede desprender de los datos que proporciona la herramienta Climate Pulse del servicio de cambio climático de Copernicus, de la Unión Europea. Esta herramienta proporciona una media diaria de la temperatura que apunta a que este último febrero ha sido alrededor de 0,2 grados Celsius más cálido que el de 2016, que ostentaba el anterior récord.

Las dos primeras semanas de febrero fueron especialmente cálidas en el conjunto del planeta, según reflejan los datos de Climate Pulse. Pero la segunda parte del mes se han suavizado algo, aunque han seguido estando entre las más altas de los registros históricos. En cualquier caso, estos datos deben ser todavía revisados y verificados por Copernicus en los próximos días.

Anomalías de las temperaturas en febrero de 2024 respecto al periodo de referencia 1991-2020.
Anomalías de las temperaturas en febrero de 2024 respecto al periodo de referencia 1991-2020. Copernicus

Además de contribuir al incremento de las temperaturas globales, El Niño está asociado con el aumento de las precipitaciones y las inundaciones en el Cuerno de África y el sur de los Estados Unidos, y con “condiciones inusualmente secas y cálidas en el sudeste asiático, Australia y el sur de África”, apunta la OMM. En este último episodio ha exacerbado la sequía en el norte de América del Sur y también ha contribuido a condiciones más secas y cálidas en partes del sur de África.

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