Dani Alves dice que la relación sexual en Sutton fue consentida, pero ahora alega embriaguez | Sociedad

Dani Alves, en una rueda de prensa del Mundial de Qatar, en 2022.Andre Penner (AP)

El exfutbolista del FC Barcelona Dani Alves sostendrá, en el juicio que se celebra en dos semanas por la presunta agresión sexual a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona, que la relación sexual con la mujer fue consentida. Esa es la línea de defensa que mantiene desde el pasado mes de abril, cuando declaró en sede judicial y admitió, por primera vez, y ante la evidencia de los indicios recogidos por los Mossos d’Esquadra, que hubo penetración en los lavabos de la zona VIP. El escrito de defensa presentado ante el juzgado solicita la absolución del lateral brasileño, pero añade otras consideraciones para que, en caso de que se le considere culpable, vea rebajada la pena. La más novedosa es que esa noche, según alega ahora, se encontraba en estado de embriaguez.

Alves solicita la absolución en la causa por violación pero, de forma subsidiaria (si no se acepta su planteamiento principal), pide que se le apliquen dos circunstancias atenuantes con el objetivo de ver reducida una posible condena. La Fiscalía pide nueve años de cárcel por un delito de agresión sexual, una petición que la víctima eleva hasta los 12 años. La primera atenuante que solicita es la de reparación del daño, al haber abonado la indemnización a la víctima. La acusación pública solicita el pago de una indemnización de 150.000 euros por los daños físicos y morales infligidos a la joven, que tenía 23 años cuando ocurrieron los hechos. Este asunto está siendo también objeto de litigio: la defensa solicitó consignar ya esa cantidad (para que se le pueda aplicar la atenuante) y la abogada de la víctima se opuso a ello; la decisión está pendiente de recurso.

La segunda atenuante, que aparece por primera vez a lo largo de más de un año de instrucción, es la alegada embriaguez. La defensa sostiene que esa noche Alves se encontraba bajo los efectos del alcohol y, para intentar demostrarlo, aporta dos documentos: tiques de consumiciones de bebidas alcohólicas y un vídeo, de apenas 10 segundos, en el que se le ve tomando algo con un amigo en un local, antes de que ambos entraran en Sutton para continuar la fiesta. La defensa también ha solicitado la declaración de su pareja, la modelo Joana Sanz, para que declare sobre los presuntos problemas de embriaguez de Alves.

Aunque la defensa insiste en pedir la absolución, emplea todas las herramientas a su alcance para que, en caso de que sea condenado, la pena que se le imponga sea lo más reducida posible. Alves está a punto de cumplir un año en prisión provisional y en esa situación seguirá cuando se celebre el juicio, a partir del próximo 5 de febrero en la Audiencia de Barcelona. Es una vía normal en cualquier estrategia de defensa. Además de las dos atenuantes, pide que se le aplique una eximente incompleta por vulneración de derechos fundamentales. La defensa alega que, debido a las filtraciones del caso en la prensa, el jugador se ha visto sometido a un juicio paralelo y eso ha afectado a su presunción de inocencia.

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