Todo lo que es mejor no aprender para tu salud emocional

Todo lo que es mejor no aprender para tu salud emocional
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Desde el momento en que nacemos, escuchamos todo tipo de mensajes, que incrustamos en nuestro cerebro y que automáticamente reproducimos cuando somos adultos, como si estuvieran almacenados en un microchip. Por ejemplo: que los problemas son malos, que los fracasos también son malos en nuestra vida, que decir no está bien. egoísta

Estos mensajes, que hemos traducido en creencias o incluso etiquetas sobre nosotros mismos, provienen no sólo de nuestro entorno inmediato, sino de la sociedad y la cultura en la que estamos inmersos. Gracias a Dios, la sociedad evoluciona a medida que introduce avances científicos y nos obliga a cuestionar muchas de las creencias que aprendimos en algún momento.

Así, no debemos seguir practicando todo lo que hemos aprendido y que hoy nos hace daño. Entonces eso seria todo olvidar Integrados en nuestro sistema de creencias están los mitos de que, aunque al principio puede requerir esfuerzo y trabajo, se pueden cambiar.

¿Qué debemos aprender?

Desaprender es el proceso de descomponer los orígenes de nuestros pensamientos, actitudes, comportamientos, sentimientos y prejuicios. Te preguntas: «¿De dónde vienen estas creencias?», «¿Apoyan mi salud mental?», «¿Es esto coherente con la vida que quiero?».

No es fácil hacernos preguntas, pero son importantes si queremos construir un camino más auténtico hacia nuestro mundo interior. Desaprender, como hemos dicho, es liberarnos de las creencias y formas de actuar/comportarse/vivir que nuestra crianza, educación, la sociedad en la que vivimos…

También significa cuestionar todo lo que hemos llegado a saber sobre la forma en que se deben hacer las cosas.

«¿Cuántas veces escuchamos que el fracaso es el fracaso? Cuando el éxito es el resultado de aprender de muchos errores. No tiene nada que ver con el fracaso, en el que no hay intento, esfuerzo ni aprendizaje», afirma Dunia Drexler, responsable de psicología del Vikika Team.

entendemos el hábitos de construcción como un proceso que no requiere transformaciones aparentes y efímeras, sino pequeños pasos adelante que nos den seguridad, sensación de capacidad y armonía con nosotros mismos. Un cambio mental que también abrió las puertas al autoconocimiento, visibilizando la importancia de profundizar en los mensajes que recibimos en la infancia y que aún limitan nuestro bienestar y crecimiento personal.

Laura Palomares, psicóloga de Avance Psicologías, menciona algunas de las lecciones que debemos aprender:

Que algo que nos genera esfuerzo lo hace malo: «Al contrario: los aprendizajes que requieren más esfuerzo o cuestan más generalmente se registran mejor.»

Primero la motivación, luego la acción.: Laura Palomares señala que muchas veces esperamos hasta que nos apetece hacerlo, cuando en realidad es lo que nos estimula y motiva a empezar a hacerlo.

Decir no a los demás es ser egoísta: y de hecho aprender a poner límites, expresar opiniones y decir no a los demás mejorará nuestras relaciones con los demás y será uno de los factores que mejor preserve nuestra salud mental.

Tener una autoestima o confianza en uno mismo adecuada significa ser arrogante o egocéntrico.: Las personas seguras de sí mismas a menudo son juzgadas o criticadas porque su seguridad nos amenaza.

Amar es sufrir: De hecho, aquellas relaciones generan seguridad donde hay equilibrio y ambas partes dan por igual, donde hay respeto y diálogo.

Cometer errores es malo: cuando todo aprendizaje implica cometer errores y aprendemos más y mejor de ellos.

Ser fuerte es ser agresivo.: Solemos asociar un personaje fuerte con un personaje que se esfuerza o alza la voz. De hecho, es un carácter agresivo, y es este equilibrio entre satisfacer las necesidades propias y las de los demás, sin juzgar y dentro del diálogo, lo que nos ayuda a desarrollar fortalezas y recursos positivos en nuestras relaciones con los demás. Esto es lo que llamamos asertivo.

Sentir o expresar emociones es ser débil.: al contrario… Laura Palomares indica que entenderlos y comunicarlos en el momento adecuado mejora nuestra autoestima y fortalece nuestras relaciones.

Hacer lo que los demás esperan de nosotros El experto de Avance Psicologías afirma que ser buena persona no significa ser o actuar como creemos que los demás esperan que lo hagamos. «El conocimiento de nuestras necesidades, la autodeterminación o la autonomía protege nuestra autoestima y desarrollo personal».

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