El Ministerio de Sanidad ha comenzado el trámite para regular el cannabis medicinal en España. Este martes ha sacado a consulta pública el real decreto que ampliará su utilización farmacológica, que hasta ahora se restringe a dos medicamentos para la esclerosis y la epilepsia. Es una fase en la que habrá que perfilar el alcance y los usos que tendrá la sustancia, pero se basará en un informe elaborado por el Congreso que establece aplicaciones muy tasadas.
A falta de detallar la norma, estará destinada a aprobar los cinco usos para los que hay más evidencia, algo que recoge el documento del Congreso: inhibición de náuseas y vómitos en pacientes de cáncer; aumento de apetito y atenuación de pérdida de peso, sobre todo para enfermos de cáncer y sida; inhibición de dolor, especialmente crónico, ya sea neuropático, de tipo oncológico, migrañas o posoperatorios; inhibición de rigidez muscular, lo que puede tener utilidad en esclerosis, y acción inhibidora de convulsiones en epilepsias refractarias a otros tratamientos.
La aprobación no supone que se pueda permitir la venta de marihuana para aliviar dolores, como sucede en otros países que han regulado el cannabis medicinal. Serán preparados de farmacia (ya sean estandarizados o fórmulas magistrales), preferentemente suministrados en los hospitales, solo podrá ser prescrito por médicos especialistas en las respectivas patologías que trate y no será, en principio, un fármaco de primera línea. Es decir, no será el de preferencia cuando se presente alguno de los síntomas o enfermedades antes descritos, sino que se usará cuando hayan fallado otros.
Además, el Congreso recomendaba hacer un registro centralizado con los pacientes que se traten con estos nuevos preparados para poder evaluar los resultados obtenidos y “evitar que el uso terapéutico de extractos o preparados estandarizados de cannabis destinados a pacientes con indicaciones concretas se confunda con una invocación al uso general del cannabis por la población”. En este sentido, la subcomisión recomendaba hacer evaluaciones periódicas del uso de la sustancia, tanto en su faceta terapéutica como recreativa por la población general.
Según explica el ministerio, la regulación planteada “es garantista en cuanto a la calidad de los productos y la seguridad de los pacientes”, y contemplará “la administración por vía oral de estos compuestos por ser la más adecuada en términos de efectividad terapéutica y seguridad para los pacientes”.
200.000 beneficiarios
Como la evidencia del uso del cannabis es muy limitada, la regulación estará concebida para poder evolucionar e incorporar nuevos elementos a medida que se disponga de más información y de la propia experiencia del programa. “Además, permitirá contribuir a generar más y mejor evidencia sobre el uso de los cannabinoides con fines terapéuticos”, sostiene Sanidad en una nota.
El ministerio defiende que con la regulación España pasa a asemejarse a países del entorno que disponen de normativas que permiten el uso del cannabis medicinal, como Portugal, el Reino Unido o Noruega. Y también se posiciona en la línea de la Organización Mundial de la Salud y de Naciones Unidas, que reconocen las potencialidades terapéuticas de estos compuestos. En Israel y Canadá, dos de los países más avanzados en la regulación, lo usan entre un 0,6% y un 0,7% de sus habitantes, lo que llevado a España podría beneficiar a más de 200.000 personas. Esto dependerá, en cualquier caso, de los usos para los que finalmente se apruebe.
Para determinarlo, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, se ha reunido esta semana con el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis y con colegios profesionales y sociedades científicas. También lo hará próximamente con el Observatorio Español del Cannabis Medicinal.
El periodo de consultas públicas estará abierto hasta el 4 de marzo. La web del Ministerio de Sanidad, tal y como hace con otras normativas semejantes, ha abierto un espacio para que cualquier ciudadano pueda realizar las aportaciones que considere oportunas para la elaboración de la normativa y que serán estudiadas por un equipo de expertos.