(CNN Español) — El Gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acusó este sábado a la Iglesia católica nicaragüense de formar parte de un esquema de lavado de dinero que presuntamente involucraba a personas previamente condenadas por «Traición a la Patria» y a varias diócesis del país, ya que concretamente se darán detalles, según nota de prensa publicada por la Policía Nacional.
“El resultado de las investigaciones confirmó el retiro ilegal de créditos de cuentas bancarias que por ley habían sido ordenadas a ser congeladas, así como otros delitos que todos ellos estaban siendo investigados como parte de un monedero descubierto en la Diócesis. de distinguidos departamentos”, si se indica en el comunicado de prensa.
De acuerdo con la Policía, la Superintendencia de Bancos ha instado a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y al arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, a presentar documentos que “demuestren los movimientos de las cuentas bancarias de la Diócesis, para que se unan en todo momento con las Leyes del País».
CNN pretende obtener más información sobre el caso con el Consejo de Comunicación y Ciudadanía del Gobierno, así como una reacción de la Arquidiócesis de Managua y de Brenes, que no se ha pronunciado públicamente sobre el caso.
Este domingo, durante una homilía desde la Catedral de Managua, y sin referirse directamente a las acusaciones del Gobierno, Brenes llamó a sus feligreses, especialmente a los jóvenes, un «no tener miedo», ya que «el miedo è promovido por el diablo». .
En su comunicado de prensa, la Policía Nacional de Nicaragua declaró que las investigaciones derivan de casos previamente juzgados por Traición a la Patria, esto en referencia a la controvertida Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz , que desde su implementación ha sido utilizado para encarcelar a detractores del gobierno de Ortega, expertos y opositores a precandidatos presidenciales.
Las anunciadas investigaciones por lavado de dinero representan el último episodio de una serie de acciones adquiridas por el régimen de Ortega contra la Iglesia Católica, que en apenas un año ha registrado la prisión de una universidad en la Arquidiócesis de Managua, arresto de sacerdotes, expulsión del país de religiones y el tribunal de relaciones diplomáticas con el Vaticano.