El presidente francés, Emmanuel Macron, pospuso el sábado una visita de Estado planeada desde hace mucho tiempo a Alemania para hacer frente al empeoramiento de la agitación en Francia, una clara señal de la gravedad de las violentas protestas que afectan al país.
El asesinato de un joven de ascendencia norteafricana de 17 años a manos de un policía el martes ha sumido a Francia en el caos, provocando violentas manifestaciones en el suburbio parisino de Nanterre, donde fue asesinado el adolescente. La violencia se extendió a otras ciudades importantes.
Según las últimas estimaciones del Ministerio del Interior francés, hasta 1.300 alborotadores fueron detenidos en la noche entre el viernes y el sábado.
El Elíseo confirmó que Macron y el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, hablaron por teléfono el sábado y acordaron posponer la visita de alto nivel. “Dada la situación interna, el presidente ha indicado que desea poder permanecer en Francia durante los próximos días”, se lee en un comunicado.
“Por lo tanto, los dos presidentes acordaron posponer la visita a Alemania hasta una fecha posterior”, agregó.
No parece que todavía se hayan lanzado nuevas fechas para la visita.
La visita de estado, programada del 2 al 4 de julio, tenía como objetivo fortalecer las relaciones franco-alemanas y hacer que los líderes discutieran temas candentes que van desde la política energética hasta China. También habría sido la primera vez que un presidente francés realiza una visita de Estado a Alemania desde que Jacques Chirac visitó Berlín en 2000.
La escalada de enfrentamientos entre los alborotadores y la policía ya había obligado a Macron a acelerar su salida de la reunión del Consejo Europeo en Bruselas el viernes.