Las claves de la tregua entre Israel y Hamás: semanas de negociación en Qatar y un rehén por cada tres presos palestinos | Internacional

Israel ha aceptado una tregua con Hamás después de haber rechazado cualquier tipo de pausa temporal durante semanas. Presionado por las familias de los rehenes y buena parte de la sociedad israelí, y tras semanas de negociaciones auspiciadas por Qatar, el Gobierno israelí ha pactado con la milicia palestina un alto el fuego de, al menos, cuatro días. El pacto permitirá, por primera vez en 47 días, el alivio de la situación de los civiles en Gaza y recoge el intercambio de rehenes por presos palestinos. Estas son las principales claves del acuerdo:

¿En qué consiste el pacto entre Israel y Hamás?

Las partes aceptan un alto el fuego de un mínimo de cuatro días en Gaza. De forma paralela, los milicianos islamistas de Gaza liberarán a 50 rehenes de las aproximadamente 240 personas de diferentes nacionalidades que secuestraron (ya liberaron a cuatro mujeres y el ejército liberó a una soldada). Ese medio centenar de secuestrados estará integrado por 30 menores y 20 mujeres, de las cuales ocho son madres. A cambio, Hamás ha obtenido la liberación de 150 de los aproximadamente 8.000 presos palestinos que hay en cárceles de Israel. Serán menores y mujeres. Los intercambios, supervisados por la Cruz Roja, se harán por fases, día a día. Netanyahu anunció también que esa institución podrá visitar al resto de los rehenes y darles asistencia médica.

El acuerdo incluye la entrada por el paso de Rafah ―la frontera de Gaza con Egipto― de cientos de camiones con ayuda para la población de la Franja, incluido el combustible, esencial ante la ausencia de suministro eléctrico. Resulta vital para el funcionamiento de los hospitales y para la obtención de agua potable. Naciones Unidas alerta de que, además de estar expuesta a los bombardeos, la población sufre cada vez más las consecuencias de epidemias y enfermedades debido a las duras condiciones de hacinamiento, falta de higiene, consumo de agua en malas condiciones y alimentación insuficiente. Y todo, con el invierno a las puertas y sin hospitales que funcionen como tales en el norte de la Franja, devastada tras semanas de ataques aéreos.

¿Cuándo entra en vigor y cuánto dura?

Hamás aseguró este miércoles que la tregua empezaría el jueves a las 10 de la mañana (a las nueve, hora peninsular española). Sin embargo, el asesor de Seguridad Nacional israelí, Tzachi Hanegbi, afirmó el miércoles por la noche que ningún rehén israelí secuestrado por Hamás será liberado antes del viernes. Durará cuatro días, aunque se puede ampliar un día más por cada 10 rehenes que se liberen adicionalmente a los 50 pactados, según ha dicho en un comunicado Israel. El máximo son 10 días, y el número máximo de presos excarcelados será de 300.

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¿Dónde se ha fraguado y qué países han intervenido?

El acuerdo lleva gestándose semanas entre bambalinas, esencialmente en la capital catarí, Doha, donde están acogidos líderes de Hamás. El Gobierno de Qatar es el principal padrino del pacto, pero también han allanado la senda para lograrlo Estados Unidos, principal aliado de Israel, y Egipto, país vecino de Gaza y que cuenta con el único paso fronterizo en funcionamiento, el de Rafah.

Y dentro de Israel, ¿qué ha cambiado para que se alcance el acuerdo?

Durante semanas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se negó a aceptar cualquier modalidad de alto el fuego, incluso aunque se tratara de pausas de horas o días para permitir la entrada de ayuda humanitaria. Tanto Israel como su principal aliado, Estados Unidos, entendían que un cese de las hostilidades, aunque fuera temporal, permitiría a Hamás rearmarse y reorganizarse. El primer ministro estaba entre dos frentes internos. Por un lado, el de las familias de los aproximadamente 240 rehenes que están secuestrados en Gaza desde el 7 de octubre y que le exigían poner toda la carne en el asador para traerlos de vuelta. Por otro, el ala más nacionalista y de extrema derecha de su Gabinete, que le presionaba para que no cediera ante lo que consideran exigencias de una banda terrorista. Israel recuerda bien cómo el soldado Gilad Shalit fue liberado en 2011 a cambio de 1.027 presos palestinos tras permanecer cinco años retenido en Gaza. Ahora no es un soldado, sino 240 rehenes, entre civiles y militares, que suponen una presión para que Netanyahu se moviera si no quería que el descontento de sus familias, arropadas por gran parte de la sociedad israelí, incendiara más la calle. Por eso, a ojos de la ciudadanía israelí, la proporción de tres a uno de los 50 rehenes frente a los 150 reos puede verse de manera positiva. Hamás había exigido, en los primeros días de contienda, que todos los prisioneros palestinos salieran libres a cambio de soltar a los rehenes.

¿En qué situación de la guerra llega la tregua?

El ataque de Hamás el 7 de octubre, de un alcance sin precedentes y perpetrado en territorio israelí, desencadenó una guerra que dura ya 47 días. Unas 1.200 personas murieron en Israel a manos de milicianos que arrasaron casas, cuarteles militares y mataron a más de 200 asistentes a un festival de música. A esas víctimas se unen los más de 240 rehenes trasladados a Gaza, algunos de los cuales serán liberados gracias al acuerdo que se acaba de sellar. En Gaza, los muertos por ataques israelíes ascienden a más de 14.000, de los cuales más de 5.000 son niños.

En las primeras tres semanas de respuesta militar israelí, el grueso de los ataques llegaban por el aire, pero muy avanzado octubre empezaron a llevar a cabo incursiones terrestres que culminaron con la definitiva invasión de la Franja el 27 de octubre. El foco principal de la acción militar israelí es el norte de Gaza, donde el grado de destrucción es inmenso: los ataques de Israel han golpeado, además de miles de edificios de viviendas, hospitales, sedes de instituciones oficiales, campos de refugiados, mezquitas, escuelas (algunas de naciones Unidas) y oficinas de medios de comunicación. La Franja es uno de los territorios con mayor densidad de población del mundo, con unos 2,3 millones de habitantes, la mitad menores de edad.

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