Doce gazatíes han muerto ahogados tratando de alcanzar un envío aéreo de ayuda humanitaria que cayó en el mar, según han informado el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en Gaza y la ONG Euro-Mediterranean Human Rights Monitor, con personal en la Franja. El ministerio eleva a 18 los fallecidos en las últimas semanas por los lanzamientos aéreos de alimentos, una medida polémica a la que viene recurriendo un número creciente de países ante la imposibilidad de hacerla llegar de forma ordenada por tierra, a causa principalmente de las trabas israelíes. En imágenes difundidas por la cadena árabe Al Jazeera se puede ver a un grupo de personas intentando sin éxito reanimar a un joven que se había lanzado al agua a por los paquetes de ayuda y a otras decenas en la orilla o regresando a tierra con cajas de cartón o sacos de harina.
Sucedió este lunes en la costa de Beit Lahia, en el norte de Gaza, una zona en la que el 31% de menores de dos años padecen desnutrición aguda, asegura la agencia de la ONU para la infancia, Unicef. Según la mencionada ONG, los ahogamientos se produjeron porque las personas quedaron enredadas en las cuerdas de los paracaídas con los que se lanzaron los paquetes. Un fragmento de papel del envío muestra una bandera estadounidense y un texto en árabe que señala que la ayuda procede de ese país. El Pentágono ha admitido que tres de los 18 fardos de ayuda que lanzó el lunes cayeron en el Mediterráneo por fallos en el paracaídas.
Siete de los cuerpos fueron rescatados sin vida, mientras que otros cinco siguen desaparecidos y se dan por muertos, apunta la ONG, que contabiliza otro muerto el mismo día en un incidente distinto en el norte de Gaza, por una estampida para tratar de coger la ayuda lanzada desde un avión. En el vídeo de Al Jazeera, un hombre sin identificar señala un paquete de ayuda humanitaria mientras declara: “Alguna gente no puede encontrar una comida así, por eso entraron al agua y murieron. Para poder dar de comer a sus hijos cuando rompan el ayuno [con motivo del mes sagrado musulmán de Ramadán]”.
El Gobierno de Hamás ha pedido que se presione a Israel para permitir la entrada de más ayuda humanitaria por vía terrestre ―la vía más eficaz, tanto por la cantidad que permite transportar como por carecer de los peligros que entraña su lanzamiento aéreo― y el “fin inmediato” de los envíos con paracaídas, que califica de “ofensivos, incorrectos, inapropiados e inútiles”.
Países como Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos o Francia comenzaron los lanzamientos aéreos en febrero ante la gravedad de la inanición en Gaza. La Fuerza Aérea británica lo ha hecho este lunes por primera vez en casi seis meses de guerra, con 10 toneladas de ayuda. Todas estas operaciones cuentan con el beneplácito de Israel, ya que controla el espacio aéreo de Gaza, también desde antes del conflicto.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Estados Unidos se sumó a principios de este mes a los lanzamientos a raíz de la tragedia de un convoy con harina, en la que un centenar de palestinos murieron: una parte al volcar un camión que asaltó una multitud hambrienta y otra, por disparos de soldados israelíes contra civiles desarmados.
Sin ayuda de la UNRWA en el norte
El suceso en la costa de Beit Lahia se produce justo cuando Israel ha anunciado que impedirá a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, en sus siglas en inglés) entregar ayuda en el norte de Gaza. “La UNRWA es parte del problema y dejaremos ahora de trabajar con ellos. Estamos eliminando gradualmente su uso porque perpetúan el conflicto más que tratar de aliviarlo”, ha indicado el portavoz del Gobierno israelí, David Mencer.
Ya lo había denunciado en la víspera el máximo responsable de la UNRWA, Philippe Lazzarini. “Es indignante y hace que sea intencionado obstruir la ayuda para salvar vidas durante una hambruna provocada por el hombre […]. UNRWA es la organización más grande y con mayor alcance para las comunidades desplazadas en Gaza. Al impedir que cumpla su mandato en Gaza, el tiempo correrá más rápido hacia la hambruna y muchos más morirán de hambre, deshidratación y falta de refugio”, lamentó en la red social X. Israel ya le está impidiendo entrar en Gaza.
Estados Unidos acaba de confirmar además que paraliza su aportación a la organización (que era la mayor de todos los países) al menos hasta 2025. Estas tres últimas medidas consolidan el avance de la campaña israelí contra la agencia, que recibe su mandato de la Asamblea General de la ONU. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dejado claro que la UNRWA no desempeñará papel alguno en la Gaza de posguerra.
La organización provee educación, sanidad primaria, ayudas para comprar comida y ropa y microcréditos para 1,5 millones de refugiados en Gaza y otros 4,4 millones en Jordania, Cisjordania, Líbano y Siria. Las autoridades israelíes la tienen en el punto de mira desde hace años, pero en particular desde que sus servicios de inteligencia comunicaron a la UNRWA que 12 de sus 13.000 trabajadores en Gaza participaron en el ataque de Hamás del 7 de octubre y otros cientos tienen “vínculos con organizaciones terroristas”.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites
_