Madrid y Londres no saludan la decisión estadounidense de enviar bombas de racimo a Ucrania.
La administración Biden anunció el viernes que las armas se incluirían en el próximo paquete de armas estadounidense de 800 millones de dólares en Kiev, una decisión que generó preocupaciones humanitarias.
Una bomba de racimo es un arma diseñada para dispersar submuniciones (o “bombas”) sobre un área grande, con el riesgo potencial de causar daños colaterales a los civiles. Washington no es parte de la Convención sobre Municiones en Racimo de 2010, que ha sido aprobada por más de 100 países, incluidos Reino Unido y España, y que prohíbe su uso. Ni siquiera Rusia y Ucrania.
“Es importante señalar que la Federación Rusa ha estado utilizando municiones en racimo indiscriminadamente desde el primer día de la agresión no provocada a gran escala”, tuiteó El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, tras el anuncio de Estados Unidos. Se comprometió a usar las armas con precaución.
Pero los “cinco principios” que Kiev se compromete a respetar no han logrado convencer a algunos aliados europeos.
“España, en base al firme compromiso que tiene con Ucrania, también tiene un firme compromiso de no entregar determinadas armas y bombas bajo ningún concepto”, dijo el sábado a la prensa la ministra española de Defensa, Margarita Robles. “No a las bombas de racimo y sí a la autodefensa de Ucrania, que entendemos que no debe llevarse a cabo con bombas de racimo”, dijo.
El Reino Unido también está decidido a cumplir este compromiso, como “signatario de una convención que prohíbe la producción o el uso de municiones en racimo y desalienta su uso”, dijo el sábado el primer ministro Rishi Sunak.
“Seguiremos haciendo nuestra parte para apoyar a Ucrania contra la invasión ilegal y no provocada de Rusia, pero lo hemos hecho mediante el suministro de tanques pesados y, más recientemente, armas de largo alcance, y esperamos que todos los países puedan seguir apoyando a Ucrania”, dijo Sunak. . .
Se espera que Sunak se reúna con el presidente estadounidense Joe Biden en Londres el lunes, antes de una cumbre de la OTAN que comenzará el martes en la capital lituana de Vilnius.