El cerco en los tribunales contra las compañías petroleras se estrecha y ahora un grupo de ONG ecologistas intenta darle una nueva vuelta de tuerca a los litigios climáticos en Francia. Este martes han presentado una querella criminal contra los directivos y principales accionistas de la petrolera francesa TotalEnergies. Tras la denuncia están tres ONG —las francesas BLOOM y Santé Planétaire y la mexicana Nuestro Futuro— y ocho ciudadanos de Australia, Zimbabue, Francia, Bélgica, Filipinas, Grecia y Pakistán que se consideran víctimas de unos fenómenos extremos vinculados al cambio climático. Argumentan que detrás de la crisis climática están compañías como TotalEnergies, que llevan décadas lucrándose con unos combustibles fósiles que al quemarse emiten los gases de efecto invernadero que sobrecalientan el planeta.
La querella se ha presentado en el Tribunal Penal de París y los denunciantes acusan a esta multinacional, cuya sede está en Francia aunque extrae hidrocarburos de 53 países diferentes, de varios delitos: poner deliberadamente en peligro la vida de otras personas, homicidio involuntario, no combatir una catástrofe y dañar la biodiversidad. Aunque el sistema francés no les permite reclamar penas concretas, cada uno de estos delitos se castiga en el código penal francés con al menos un año de prisión y decenas de miles de euros, explican las ONG denunciantes.
TotalEnergies es el sexto mayor emisor de dióxido de carbono del planeta y un reciente análisis del centro de investigación británico InfluenceMap situaba a la empresa entre los 20 productores de combustibles fósiles que más CO₂ han expulsado desde 1854, es decir, uno de los grandes responsables históricos del cambio climático. Las ONG denunciantes argumentan además que desde 2021 la compañía ha anunciado el desarrollo de 30 nuevos proyectos de petróleo y gas y más del 70% de sus inversiones están relacionadas con los combustibles fósiles. Aunque, como ocurre con otras petroleras alrededor del mundo, la producción renovable está creciendo en la cartera de TotalEnergies, todavía sus accionistas no lo consideran “suficientemente rentable” como para desinvertir completamente en sus proyectos de petróleo y gas.
No es la primera vez que esta compañía se enfrenta a una demanda en los tribunales. De hecho, acumula al menos ocho casos desde 2019. Varios de ellos tienen que ver con prácticas de greenwashing o ecopostureo parecidas a las que han motivado en España que varias organizaciones ecologistas y de consumidores denuncien a Repsol ante la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y ante la Dirección General de Consumo, dependiente del Gobierno.
La última demanda contra TotalEnergies data de marzo de este año: un agricultor y ganadero belga denunció a la petrolera con el apoyo de varias ONG. Le reclaman, entre otras cosas, que reduzca sus emisiones de efecto invernadero un 60% de aquí a 2030. Este último caso se inspira en la demanda que Amigos de la Tierra ganó en Países Bajos contra Shell en 2021 y que obliga a esta multinacional a reducir sus emisiones un 45% en 2030 respecto a los niveles de 2019.
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Dos años para preparar acciones legales
Pero la querella de este martes supone un salto ya que pretende abrir la vía penal contra personas concretas, contra los miembros del consejo de administración de la petrolera y contra los principales accionistas. “Pretendemos que cambie la historia”, señala a EL PAÍS Claire Nouvian, fundadora y directora de BLOOM. La responsable de esta organización explica a través de un correo electrónico que han estado preparando sus “acciones legales durante casi dos años, buscando todas las vías posibles para detener a aquellos que no solo destruyen el clima, sino que incluso especulan sobre el caos causado por el cambio climático”. Y añade: “Hemos llegado a la conclusión de que la única manera de detener a individuos y entidades tan cínicos como el CEO de TotalEnergies, el señor Pouyanné, y los accionistas, como BlackRock y otras instituciones financieras, sería demandarlos por su responsabilidad penal. Creemos que, al fin y al cabo, lo único que podrían temer sería ser considerados por la sociedad como criminales y enfrentarse a la posibilidad de penas de prisión”.
Una vez presentado el escrito, el desarrollo del caso estará en manos del fiscal, que puede desestimar la denuncia o abrir una investigación judicial. Si finalmente acaba en la apertura de un juicio, BLOOM asegura que sería el primer proceso penal en la historia contra una de los grandes empresas emisoras de carbono del planeta. “No existe un caso equivalente en ninguna parte, que lleve a los directores y accionistas a los tribunales penales basándose en que ponen vidas en peligro y en unos desastres que ya han sido atribuidos al cambio climático por la ciencia”, explica Nouvian. Si el caso se archivara, añade esta organización, todavía quedaría la vía civil.
Para poder armar la demanda las ONG han incluido los testimonios de ocho víctimas de la crisis climática, entre las que se encuentran un superviviente de unas graves inundaciones ocurridas en Bélgica, el hijo de una mujer que falleció en una tormenta en Francia en 2020 y una superviviente de un ciclón en Zimbabue en 2019. A lo que apuntan los estudios científicos desde hace décadas es a que el cambio climático —causado por los gases de efecto invernadero que expulsa el ser humano— no solo tiene como consecuencia un incremento de las temperaturas medias, sino también un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.
BLOOM explica que, pese a que los denunciantes son de fuera de Francia, el derecho penal nacional es aplicable porque las decisiones estratégicas del grupo que han dado lugar a los presuntos delitos se tomaron en el país galo.
“Los accionistas y directores de Total han estado tomando conscientemente decisiones que podrían conducir a un globocidio, la destrucción de la biosfera en general, no solo de la humanidad”, advierte la directora de BLOOM. “Esto no tiene precedentes y requiere una reflexión sin precedentes, fallos sin precedentes, arbitraje legal y elaboración de leyes sin precedentes”, avisa. BLOOM, a través de un comunicado, añade: “A pesar de ser perfectamente conscientes de que el cambio climático mata, los directivos y accionistas de la multimillonaria multinacional han tomado la decisión estratégica de ampliar la producción de petróleo y gas por una única razón: maximizar los beneficios”.
Los denunciantes aspiran a que la justicia deje claro que todas las personas no son igual de “responsables del cambio climático”. “Ciertas personas o entidades como el consejo de administración y los principales accionistas de TotalEnergies tienen una responsabilidad superior en la destrucción global del mundo tal y como lo conocemos”, sostiene la ONG francesa. “TotalEnergies es consciente de la relación directa entre sus actividades y el cambio climático desde hace más de medio siglo”, advierte esta organización ecologista. Nouvian concluye: “Mientras estos individuos y empresas irresponsables, que solo se mueven por las ganancias, no se vean obligados a detenerse por ley, seguirán chupando hasta la última gota de petróleo hasta que el mundo se desmorone”.
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