Antony Blinken ha llegado este martes a Kiev en un momento crítico para Ucrania en el frente de guerra. La cuarta visita del secretario de Estado de los Estados Unidos a Ucrania en los más de dos años de invasión coincide con el inicio de la transferencia del nuevo plan de armamento de Washington para el ejército ucranio. “En el medio plazo la ayuda estará en camino, algo ya ha llegado y más que llegará, y esto marcará una gran diferencia en el campo de batalla contra la agresión rusa”, ha manifestado Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha desembarcado en Kiev cuando la situación es negativa para las Fuerzas Armadas Ucranias. La falta de armamento y de tropas está permitiendo a Rusia avanzar, poco a poco, en el frente de Donetsk y, desde el viernes, en una nueva ofensiva al norte de la ciudad de Járkov. Tanto Blinken como otros representantes de la Casa Blanca había admitido en varias ocasiones durante los últimos meses que los éxitos del invasor en 2024 son en buena parte debidos al más de medio año de bloqueo del apoyo armamentístico estadounidense para Kiev.
I returned to Kyiv today to demonstrate our unwavering support for Ukraine as they defend their freedom against Russian aggression. pic.twitter.com/7ruIw6GgVd
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) May 14, 2024
El poder legislativo estadounidense aprobó finalmente el pasado abril su mayor presupuesto hasta la fecha de apoyo militar multimillonario, previsto para ser transferido paulatinamente entre 2024 y 2025. Los primeros envíos, valorados en 925 millones de euros, sobre todo de munición de artillería, llegaron a principios de mayo al campo de batalla. Un segundo, de 370 millones de euros, fue anunciado el pasado viernes. Pero todo esto todavía no es suficiente para frenar a las tropas del Kremlin.
Tanto el Pentágono como el ministerio de Defensa ucranio han advertido que el mes de mayo será particularmente difícil para las fuerzas defensoras, hasta que no fluyan de forma continuada, en mayores cantidades, las armas estadounidenses y también las nuevas ayudas comprometidas por Alemania y el Reino Unido. “No será el Armagedón, como muchos dicen, pero será un periodo difícil, hasta mediados de mayo o principios de junio”, afirmó el 22 de abril en la BBC Kirilo Budanov, jefe de los Servicios de Inteligencia del ministerio de Defensa ucranio.
Zelenski, en su reunión con Blinken, ha subrayado que el apoyo estadounidense “es crucial”. Durante los meses de bloqueo de la asistencia militar en la Cámara de Representantes, el presidente ucranio reiteró que sin esta ayuda, su país perdería la guerra. Zelenski ha insistido al secretario de Estado en la necesidad de recibir más sistemas de misiles antiaéreos, en concreto ha pedido dos nuevas baterías Patriot para la región de Járkov. “La falta de defensas aéreas es nuestro problema más grande”, ha dicho el mandatario. Járkov es especialmente vulnerable ante el fuego aéreo del invasor por su proximidad a Rusia, ubicada a unos 30 kilómetros de la frontera con el país agresor.
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El déficit de munición antiaérea se detecta en las estadísticas que aportan periódicamente las Fuerzas Aéreas Ucranias: si el porcentaje de derribo de misiles rusos llegó en 2023 al 80%, el porcentaje medio en 2024 es de un 60%, según cálculos de EL PAÍS, aunque otros medios como The New York Times lo reducen al 40%.
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