Al menos cinco migrantes han fallecido cuando intentaban cruzar el Canal de la Mancha desde una zona cercana a la localidad francesa de Wimereux, según ha informado la policía. La guardia costera francesa ha confirmado que, en una de las operaciones de rescate que ha llevado a cabo este martes, ha encontrado varios “cuerpos sin vida” en una pequeña embarcación en la que viajaban un centenar de personas que trataban de llegar por mar a Reino Unido. Las muertes ocurrieron debido al alboroto de los pasajeros que entraron en pánico, han revelado los agentes.
Ha sido una mañana “ajetreada”, ha asegurado un portavoz, con varios intentos de cruce hacia la costa británica. Los agentes han buscado más náufragos en el mar a lo largo de las primeras horas del día. “El balance provisional es de cinco muertos: tres hombres, una mujer y una niña”, ha detallado sobre la operación de rescate en la que han participado tres helicópteros y varias lanchas. La Voix du Nord ha publicado que entre los supervivientes en la playa, sollozando, estaba el padre de la pequeña de cuatro años fallecida. “Tras quedar inicialmente varada en la orilla, la embarcación se hizo de nuevo a la mar. Al parecer se produjo un movimiento de masas en la embarcación sobrecargada, causando varias víctimas”, ha explicado la guardia costera francesa.
El ministro británico del Interior, James Cleverly, ha publicado en X que el Gobierno está haciendo todo lo posible para detener las peligrosas travesías en pequeñas embarcaciones tras conocerse la noticia de estas muertes. “Estas tragedias tienen que parar. No aceptaré un statu quo que cuesta tantas vidas. Este Gobierno está haciendo todo lo posible para poner fin a este tráfico, detener las pateras y, en última instancia, acabar con el modelo de negocio de las malvadas bandas de traficantes de personas, para que dejen de poner vidas en peligro”, reza su mensaje.
Estos intentos de llegar al Reino Unido por vía marítima, con desenlace fatal, se producen apenas unas horas después de que el Parlamento británico haya aprobado la noche del lunes la norma que permitirá al Gobierno de Rishi Sunak expulsar a Ruanda a los solicitantes de asilo en lugar de permitirles su estancia en el país para la tramitación de sus peticiones. Detener el flujo de migrantes es una prioridad para el primer ministro británico, que alega que el plan de Ruanda actuará como un elemento disuasorio. La ONU y organizaciones defensoras de los derechos humanos han criticado la medida, que califican de inhumana.
Decenas de miles de migrantes ―muchos de ellos huyendo de guerras y pobreza en África, Oriente Medio y Asia― han llegado al Reino Unido en los últimos años cruzando el Canal de la Mancha en pequeños viajes organizados por traficantes de personas. El Canal es una de las rutas marítimas más concurridas del mundo, pero sus corrientes son fuertes, lo que la convierte en una travesía peligrosa para las pequeñas embarcaciones en la que suelen transportar las mafias a los inmigrantes que además suelen sobrecargar los barcos.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete